La Escuela Universitaria de Enfermería de Pontevedra tiene como antecedente histórico la Escuela de ATS creada en 1974. Cuatro años después se solicitó su conversión a Escuela Universitaria de Enfermería con adscripción a la Universidad de Santiago, lo que se le concedió el 10 de noviembre de 1978 (Real Decreto 3117/1978, de 10 de noviembre. Boletín Oficial del Estado, 9, de 10 de enero de 1979, p. 514). En 1990, con la división del espacio universitario gallego en tres universidades, la Escuela de Enfermería de Pontevedra fue transferida y adscrita a la Universidad de Vigo.
En 1981 se diplomó la primera promoción de los estudios universitarios de enfermería y desde entonces finalizaron treinta y dos promociones (hasta el año 1990 por la Universidad de Santiago de Compostela y después, hasta 2013, por la Universidad de Vigo), con un número de egresados próximo a los 2000 enfermeros/as.
Desde 2010 se imparten estudios de grado, por acreditación de la Universidad de Vigo y de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA). Hasta ahora han culminado los estudios de grado siete promociones. En el primer curso el número de alumnos matriculados es de cincuenta y el total por año académico sobrepasa los doscientos.
Prácticas clínicas:
Las prácticas clínicas son asignaturas independientes. Se estructuran en cinco materias, programadas para ser realizadas, según un mapa prediseñado, a partir del segundo semestre del segundo curso, una vez impartida la formación básica y parte de la formación obligatoria.
El conjunto de las prácticas clínicas le permite al estudiante incorporar los valores profesionales, competencias de comunicación asistencial, razonamiento clínico, gestión clínica y juicio crítico, integrando en la práctica preprofesional los conocimientos, habilidades y actitudes de la enfermería, basados en principios y valores, asociados a las competencias de las materias que conforman el título. También le permiten la aplicación de los conocimientos teóricos y metodológicos de la enfermería con un desarrollo gradual, al estar diseñadas por niveles de dificultad creciente en la adquisición de las competencias.